La extorsión no es sólo una mancha en nuestro sistema. Es nuestro sistema. O, al menos, el peor compañero de viaje posible: uno que nos despoja a cada paso y nos sumerge en la incertidumbre. La extorsión no es sólo una mancha en nuestro sistema. Es nuestro sistema. O, al menos, el peor compañero de viaje posible: uno que nos despoja a cada paso y nos sumerge en la incertidumbre. En México, extorsiona el viene-viene para #cuidar# el coche, extorsiona el líder sindical al amenazar con huelgas a mansalva, extorsiona el burócrata que exige una #ayuda# para destrabar un trámite, extorsiona el gerente de una trasnacional al pedir moches, extorsiona el político que solicita un porcentaje para soltar una concesión... La extorsión permeó en prácticamente todas las capas de nuestra sociedad y hoy define buena parte de nuestra economía y nuestras políticas. Su impacto es brutal y causa una profunda desigualdad, no sólo en ingresos y oportunidades, sino en el acceso a los derechos más básicos. México, hoy, no se entiende sin este flagelo. Con todo rigor, Economía de la extorsión desmenuza el problema, nos presenta todas sus facetas y nos alerta del futuro que nos espera de seguir por esa vía.